Cuidado: No mojar. No exponer a la luz directa por periodos prolongados de tiempo para evitar modificar el tono. No frotar con fuerza las aplicaciones con láser.
Mantenimiento: Limpiar con un paño ligeramente húmedo (con agua limpia) para quitar el polvo, dejar secar y frotar con esponja lustradora de piel para dar brillo siempre en dirección a las escamas.